EL VICTORIOSO LÍQUIDO MAKETO

Resulta que al jefe de la comisaría de Laguardia lo han empapelado por utilizar un coche oficial para trasladar las 16 cajas de vino que previamente había vendido a otro mando de la Policía Autonómica Vasca con sede en Erandio. Desde Euskadi sur hasta la ‘margen derecha’ del Nervión, el citado vehículo cargado de vino se perfiló dirección Bilbao atravesando la Sierra de Cantabria, quizás el Condado de Treviño, para desde Vitoria surcar una esquina de la llanada alavesa y adentrarse en Vizcaya tras sortear el Gorbea. Un viaje parecido (pero a la contra) al que deparó en 1910 un divertido acontecimiento sucedido en el recién inaugurado Batzoki del bilbaíno barrio de Somera. Hubo discordia entre los parroquianos a fin de decidir si servirían sólo chacolí, haciendo «indispensable profesión de fe euskalduna si quiere uno que el medidor le sirva de beber», o también vino de Rioja. El asunto lo recogió magistralmente el periódico ‘El Imparcial’, que se regodeó en este curioso acontecer cuando en la votación se impuso –como no podía ser de otra forma– el «victorioso líquido maketo» sobre el vasco chacolí, porque «una cosa son las ideas y otra es el vino» (naturalmente). De aquellos ochenta fundadores de la taberna vasca, nada más y nada menos que 74 apoyaron al que tildaban como el «vino castellano» y designaron hasta un comisionado (furibundo bizkaitarra, por cierto) para que viajara a La Rioja a comprar vino. A lo mejor se pasó por la comisaría de Laguardia, aunque la nota periodística recordaba que el tipo conocía muy bien los productos de nuestra huerta porque venía a mercar melocotones para regalárselos a Lagartijo cuando el califa cordobés toreaba en la Feria de Bilbao. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja