EL PP NO EXISTE

Las toneladas de basura que se acumulan en las alcantarillas del Partido Popular de Madrid y en sus entornos económicos y mediáticos vapulean una vez más (y hasta la náusea) la imagen de la fuerza política más votada de España y la que ostenta el gobierno en la figura cada vez más insostenible de Mariano Rajoy. Es alucinante la forma en la que se sujeta impávido en lo alto de palo mayor sin que aparentemente le incomode nada lo más mínimo (excepto Rivera, al que no soporta como no aguantaba la legislatura pasada a Rosa Díez). El PP ya no existe; se ha convertido en una especie de franquicia franquiciada y franquiciadora de poder e intereses donde es una utopía atisbar un proyecto más allá de las ambiciones personales de sus dirigentes. Soraya sujeta el mástil de Mariano (ésta frase no es literal) y al día siguiente saca los mastines del CNI y sus terminales periodísticas a pegar mandobles a Cospedal, tan bella como inquietantemente inútil y enfrascada en su particular guerra contra la presunta heredera de lo que ya es un yermo, un partido sin ideas, sin proyecto y sin el más mínimo atisbo de ética. Sólo interesa el poder por el poder y las camarillas actúan por dentro como larvas sectarias. Mariano se reboza en ese lodo supuestamente a salvo de cualquier contingencia. Tiene el BOE y nos tiene atados porque más allá de él no hay nadie. El PSOE está tan enfermo que el caos del PP se sustancia en las urnas con indiferencia. Iglesias anda dando vueltas atropellando al sentido común en un ridículo autobús y Ciudadanos gravita entre Murcia y Madrid sin saber qué hacer. España es una confusión, un galimatías y en ese revoltijo de inexactitudes el PP de Rajoy saca tajada a base de todos nosotros. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja