JOSEBA ASIRÓN, EL PANIAGUADO
No dudo ni un segundo de la bonhomía de Joseba Asirón, alcalde de Bildu de Pamplona y del que conviene recordar que fue una de las 134 personas de la izquierda abertzale que en 1998 firmó un comunicado de condena a ETA tras el vil asesinato de Tomás Caballero. Eso sí, dudo de Bildu y de su reconocida estrategia filoetarra, cobarde y tramposa en todo este asunto desde el origen de los tiempos. Sin embargo y aunque creo que Asirón es un buen tipo, no es capaz de salir de la hidra venenosa de ETA y sus cómplices al poner una y otra vez a la misma altura a los verdugos y a las víctimas. Ha dicho Asirón que considera «obligatorio» estar con las víctimas que han sufrido «los tiempos de los enfrentamientos a lo largo de unos años que han sido profundamente violentos y la ciudadanía ha padecido esa violencia cruzada, que no ha sido en un solo sentido, ya que ha habido muchos tipos de violencias» (sic). Es alucinante hasta dónde son capaces de llegar mediante truculentos retruécanos lingüísticos para no tener el valor de llamar a las cosas por su nombre. Los «tiempos de enfrentamientos» que dice Asirón son aquellos que se saldaron con la muerte de casi mil personas a manos de una banda de pistoleros fascistas. Ellos y solo ellos con su táctica de acción-represión-acción sumieron a España entera en el marasmo del terrorismo de la misma manera que los compañeros del señor Asirón callaban, miraban hacia otro lado y en muchos casos colaboraban con dicha matanza con una absoluta falta de compasión. Aunque creo que es un buen tipo, Asirón ha demostrado ser uno más de la cuerda, uno de los que calla, de los que otorga, de los sigue haciendo que el doble lenguaje de los paniaguados de ETA y su entorno político siga triunfando en las instituciones y en los medios de comunicación. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja