ANDALUCÍA, YO SÍ TE LLORO

Los comicios autonómicos de Andalucía son cosa muy seria, como cualquier acontecimiento político en el que el pueblo está llamado a votar y expresa libremente su voluntad. Dicho esto, las conclusiones que encuentro son especialmente grotescas. En primer lugar creo que es la primera vez en la historia de nuestra democracia que un partido de la oposición (el PP, para más señas) sufre un descalabro electoral de tamaña magnitud. Moreno Bonilla, su inadvertido líder, ha desaparecido merced al líder máximo de la Moncloa, único responsable de tan clamorosa derrota por su incapacidad para vertebrar un discurso en Andalucía con el más mínimo contenido. ¿Ha dicho algo Mariano? El PSOE se mantiene, obtiene el peor resultado de la historia en estos comicios, pero se mantiene, a pesar de la sima de corrupción en la que campa con la sombra inacabable de los autos de la juez Alaya y de tener a los dos últimos presidentes bajo la peor de las sospechas. Pero Susana y su partido seguirán cuatro años más en el poder a pesar de tener las peores cifras económicas y de cohesión social de todo el país y llevar gobernando desde tiempo inmemorial en aquella bendita tierra. Ni Eres, ni paro, ni ruina... Nada importa. Sesudos analistas dicen que ha muerto el bipartidismo. Visto lo visto, lo dudo. Susana gobernará en minoría tan ricamente. Y al fondo, otra dama: Rosa Díaz, arruinando en menos tiempo de lo esperado un proyecto de regeneración como fue UPYD y que ahora camina como la Santa Compaña con las ‘cosas’ de Irene Lozano, el estupor de Toni Cantó y el pobre Sosa Wagner crujiendo en su tumba. Podemos se instala en la nada porque aspiraban a todo y Ciudadanos, con los que nadie contaba hace apenas unas semanas, se colocan en la ‘Tierra Media’. No me digan que no es grotesco el panorama. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja