EL SUICIDIO DEL PP

El Partido Popular ha dilapidado en dos años el clamor del cambio que se suscitó en España tras descalabro protagonizado por Zapatero en sus dos legislaturas. Todo el mundo habla de la segunda como la peor, sin embargo yo creo que fue mucho más dañina y destructiva su primera etapa al frente del gobierno. Millones de españoles le dieron a Mariano Rajoy una mayoría absoluta tan cómoda como indiscutible para realizar las reformas necesarias para sacarnos del marasmo. Dos años después, la desilusión de la mayor parte de los votantes es tan evidente que las encuestas reflejan un desmoronamiento en la intención de voto nunca vista. El Partido Popular ha renunciado a varios de sus principios ideológicos: ha subido los impuestos de manera casi confiscatoria y además parece incapaz de reformar el Estado y sus terribles gastos estructurales como consecuencia de la hipertrofia de una administración elefantiásica. Otra cuestión demoledora para los votantes populares es esa forma que tiene Mariano Rajoy de tratar asuntos tan cruciales para España como el desafío independentista catalán permaneciendo absolutamente inane ante la ruptura de la legalidad constitucional planteada por Mas y su gobierno. Pues bien, lejos de hacer cumplir las leyes y las sentencias del Tribunal Supremo, la Moncloa contesta ofreciendo más y más dinero a la administración autonómica que menos se implica en el cumplimiento de déficit castigando así mismo a las CCAA que han cumplido con los objetivos presupuestarios. Pero hay más, ya que casos como el de Bolinaga carecen de explicación y sonrojan a miles de ciudadanos españoles. Y por si fuera poco, Bárcenas y los titulares escabrosos de cada mañana. Me pregunto si habrá alguien del PP consciente del futuro que nos aguarda. Mi respuesta me da más miedo todavía. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja