ADA COLAU, CRIATURA DEL SISTEMA
Buena parte de la izquierda ultramontana española (mejor dicho, estatal) ampara su armazón económico e intelectual en múltiples organizaciones y plataformas que últimamente se designan como observatorios. Los hay de todo tipo: económicos, sociales, de desarrollo individual, de la tierra, de la igualdad, para la convivencia y hasta para la soberanía alimentaria (todos ellos muy respetables). En el DESC (Observatorio para los Derechos económicos, sociales y culturales) trabaja Ada Colau, encargada de los temas de vivienda y activista profesional. Ada, la ‘escrachera’, vive de los impuestos de los ciudadanos que a su vez se convierten en subvenciones para alimentar toda esta suerte de sociedad civil incapaz de sostenerse por sí misma y que basa su sostenibilidad en la economía productiva de los demás. Ada Colau es un producto de un sistema que paradójicamente genera criaturas antisistema. El Estado es opresor por naturaleza pero ellos conocen como nadie todos los mecanismos necesarios para vivir al calor de sus fondos, como Ada, que en una entrevista al ‘Periódico de Cataluña’ reconoció que lleva «vida de activista desde el año 2001», que se dice pronto. Cuando Mohamed Ata lanzó su avión contra The World Trade Center, Ada Colau ya estaba en la brecha, haciendo puntos, amalgamando en su interior sus desencuentros con un sistema intrínsecamente injusto pero al que combate desde lo más previsible de sus entretelas. Ahora Ada se ha convertido en una especie de Mariana Pineda de los desahucios que sólo combate al PP. ¡Oh, qué casualidad! La izquierda del ‘Nunca mais’ y del ‘No a la guerra’ ha vuelto (en realidad nunca se fue). Y me temo que será para quedarse porque este PSOE desnortado y el PP ‘plasmado’ y enrocado en la nada de Mariano Rajoy no dicen ni mú. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.