SE LES ROMPIÓ EL AMOR
Dicen, no sé si será verdad, que la Casa Real anda preparando el anuncio de la separación de los Duques de Palma (Arena). La situación se ha vuelto insostenible y la renovación del contrato de Iñaki Urdangarín con Telefónica (por 1,5 millones de euros al año) parece el primero de los pagos a cuenta que los españoles iremos matizando para que el exjugador de balonmano pueda ir librando los costes de la montaña de juicios que le esperan. Además, la cosa se ha puesto muy negra para la Infanta Cristina tras el último descubrimiento de la Unidad de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía, que ha detectado traspasos de 12.671 euros a una de sus cuentas procedentes de Nóos Consultoría, la milagrosa empresa de paciente hijo político del soberano que puede llevar a nuestra monarquía al más absoluto de los desastres. A Iñaki y a Cristina se les ha roto el amor de tanto usar Nóos. Pero si la Casa Real cree que va a conseguir limpiar su imagen con un cese indefinido de la convivencia y con una separación después, creo que están más que apañados. No sé si el Rey sabía lo que hacía el espigado y rubio pívot, pero en todo caso tenía obligación de conocer las andanzas del muchacho (para eso está el CNI) o preguntarse de dónde sacaba los millones para comprarse un palacio en la zona más cara de Barcelona y reformarlo como un marajá después. Pero todo el mundo obró en silencio mientras Iñaki copiaba textos de Internet para redactar ridículos informes a precio de oro pagados por las arcas de esas Comunidades que ahora se ahogan en la deuda. Creo que es demasiado tarde y que la Justicia, como el propio Rey dijo en Navidad, debe caer sobre los chorizos, caiga quien caiga. # Publicado en Diario La Rioja