DE LA AGONÍA AL ESPERPENTO

El genial Valle Inclán escribió en Luces de Bohemia que «España era una deformación grotesca de la civilización europea» en el increíble y sofisticado juego literario del callejón del Gato y sus espejos cóncavos y convexos. Disfruto leyendo a Valle, pero no terminaba de convencerme su tesis por las deformidades históricas y trágicas de otros países del corazón de Europa, tales como Alemania, Francia o Italia, que empiece con el bando que empiece una guerra, siempre termina por alinearse con los vencedores. Lo que sí me convenció del hallazgo de Don Ramón María es el esperpento, la teoría de la charlotada existencial de nuestra patria, que ahora, en la agonía del actual modelo de Estado, hace aflorar con toda su fuerza la indigencia moral con la que los ciudadanos hemos convivido con los ojos abiertos o cerrados, según los casos. Hay muchos ejemplos del desfalco continuado de la ‘cosa pública’ (el dinero público no es de nadie, que dijo doña Carmen Calvo), pero pocos tan estremecedores como el de Jerez de la Frontera, un Ayuntamiento que tiene en su plantilla la nada desdeñable cifra de 1.900 funcionarios, 600 personas más en las diferentes empresas municipales y una nómina de 125 criaturas en un Departamento de Comunicación que a buen seguro es más voluminoso que el del Ala Oeste de la Casa Blanca. Cuenta la alcaldesa María José García-Pelayo, del Partido Popular, que se ha encontrado con auxiliares administrativos que han llegado a cobrar 58.000 euros al año, nóminas de hasta 100.000 euros y el mencionado departamento de noticias, que luce un presupuesto de cinco millones de euros y que se ha agenciado una rotativa japonesa que ha costado la friolera de 600.000 euros. ¡Y está parada!. # Publicado en Diario La Rioja