LOS AMOS DEL PUEBLO
Todos juntos menos el PNV, que se hizo el sorprendido y el ninguneado. Todos socios de Pedro Sánchez, menos la ‘postconvergencia’ de JxCat y sus hijos: la muchachada de la CUP, que vive instalada en una esfera entre el maoísmo indi y las noches vampiresas a lo Gunilla von Bismarck. Todos rechazaron al Rey, todos, con el partido de Arana a la cabeza pero con la testa escondida como acostumbran los ‘jelkides’ desde las inmemoriales andanzas del lehendakari Aguirre. Es divertido ver a Aitor Esteban falsamente ofuscado con las manos entrecruzadas para no aplaudir al hijo del mismo Monarca que fue a jurar fidelidad al árbol de Guernica con ‘makila’ y ante el que proclamó en 1981 su «fe en la democracia y su confianza en el pueblo vasco» frente a «quienes practican la intolerancia». Exactamente los mismos de ahora cuarenta años después. Antes eran de Herri Batasuna, ahora se hacen llamar Bildu, con un tal Oskar (sic) Matute a la cabeza, que es un tipo que parece perdonarnos la vida con cualquier esbozo de palabra que brota del arabesco de su boca. «La monarquía española es un estamento que no responde a los valores republicanos de libertad, igualdad y democracia», firmaron los socios por activa o por pasiva de Sánchez, con Rufián a la cola de Bildu, los embajadores de Puigdemont y el BNG. Y Pedro Sánchez, como siempre, mudo; viperino contra los que no le votan porque él es la democracia y manso ante el abismo que representa los que se han adueñado del pueblo y hablan sin rubor en su nombre. Da pena ver a la izquierda española llena de hombres justos con la boca cerrada ante tales acontecimientos. Algún día lo pagaremos.