¿QUÉ PIENSAN LOS SOCIALISTAS RIOJANOS?
El todavía presidente en funciones Pedro Sánchez ha demostrado tener tan escasas convicciones ideológicas y personales que ya no resulta un escarnio reseñable enarbolar la infinidad de veces que había prometido hacer exactamente lo contrario a lo que finalmente se ha propuesto perpetrar. La terrible sensación es que llegado el momento, Sánchez tira de un pragmatismo frío y demoledor y no se le pone nada ni nadie por delante, ni tan siquiera España y ni mucho menos su propio partido, que asiste descabezado, atrofiado y mudo a la demolición de su credibilidad y los principios que le llevaron a configurarse como una parte medular del Consenso de 78, que ha propiciado los años más brillantes de la historia contemporánea de España después de dos siglos repletos de guerras civiles y de desastres. Me imagino lo insoportable que tiene que ser estar en la piel de cualquier socialista riojano (forme parte de la actual dirección o no; tenga un cargo o sea un militante de base) abochornado por el absoluto descrédito de su líder y por lo poco que le importa humillar las instituciones (Abogacía del Estado, Tribunal Supremo, Guardia Civil, Gobierno Foral de Navarra...) para lograr una investidura pírrica a cualquier precio que le pongan los independentistas que hace menos de un año dieron un golpe sedicioso contra la Constitución. Imagino que en privado, nuestros líderes regionales echaran por esa boquita lo que no está escrito... Pero nadie es capaz de decir ni media palabra más alta que otra en público. Ni aquí ni Extremadura ni en ningún otra región donde mande un socialista. Todos asisten en silencio cómplice al compromiso con el PNV de «adecuar la estructura del Estado atendiendo a los sentimientos nacionales de pertenencia» y a la «ventana de oportunidad» de Otegui.