Madrid Fusión es un lugar único. Cada edición se supera en muchos sentidos, incluso en el de la creatividad con varias ponencias verdaderamente memorables este año: la de la sal de Ángel León, que compartió su autoría de manera tan honesta como generosa con el riojano David Chamorro; la de Camarena y sus milagros líquidos y la no tan ponderada mediáticamente pero con un fondo técnico asombroso de Mario Sandoval, con el vino como eje de la elaboración de sus platos (en la página 9 de este Degusta se detalla el trabajo). El auditorio ha estado a tope todos los días y no sólo en las ponencias más esperadas: los talleres, los stands de ‘Saborea España’, la enorme sala polivalente y la zona de feria, que ocupa todos los espacios posibles del gigantesco Palacio de Congresos. Es una fiesta de la gastronomía única y de incalculable valor. Algunos cocineros, como la norteamericana triestrellada Dominique Crenn destacaron que no existe nada comparable en el mundo a lo que supone Madrid Fusión. Y no le falta razón... Y en medio del mundo, los cocineros riojanos que unidos como un solo hombre se han dado calor en sus respectivas intervenciones y triunfos y que presentaron una candidatura conjunta (y sufragada por cinco de ellos a razón de mil euros por barba con la presencia como pater familias en la distancia del maestro Lorenzo Cañas) para pujar por la trufa y elaborar conjuntamente una cena solidaria para recaudar fondos para la Cocina Económica. La ovación que se llevaron del auditorio fue apoteósica... Francis escribió el famoso ‘tuit’ de ‘Comando Rioja’ con un contenido revelador y que nos tiene que hacer pensar: «Esta comunidad pequeña está haciendo un grandísimo congreso, a base de talento y buen hacer y sin nadie que nos ampare». Es verdad. La Rioja y el Rioja brillaron por su ausencia en Madrid Fusión. Este año muchos cocineros de fuera de España han explicado su cocina con un sumiller al lado hablando y relatando los vinos de su territorio, los paisajes en los que nace su gente y su gastronomía. Comunidades vecinas como Aragón y Cantabria contaron con un despliegue alucinante de actividades gastronómicas: catas, demostraciones, ponencias de cocineros, productos, comidas para periodistas. A La Rioja y el Rioja las sentí merced al talento de nuestra gente, pero si un nexo, sin un plan... Como casi siempre. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja