NO LO SÉ

El estado de Oklahoma acaba de anunciar que utilizará la asfixia por nitrógeno como método de ejecución tras intentar sin éxito obtener los componentes que se necesitan para las inyecciones letales. «Ya no podemos seguir esperando sentados a que lleguen los medicamentos», explicó el fiscal general, Mike Hunter. Esta fórmula de ejecución consiste en administrar nitrógeno al preso privándolo de oxígeno, hasta que perece asfixiado y evita errores tales como el que sucedió en una ejecución en la que usaron una dosis insuficiente de fármacos y provocó una agonía de 43 minutos al reo. Conviene conocer que desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos restituyó la pena de muerte hace cuarenta años, el estado de Oklahoma ha ejecutado a 112 presos, una cifra que sólo ha sido superada por Texas y Virginia. En estos momentos 48 convictos desfilan por el corredor de la muerte y quince ya han agotado todos sus recursos para librarse de la ejecución. Aquí en España andan los políticos haciendo triste política con la cuestión de la prisión permanente revisable (ppr), su constitucionalidad y la estrategia electoral que supone derogarla o no. El PNV puso un recurso ante el TC por la cuestión de los presos de la banda terrorista ETA y sus peleas con Bildu; al PSOE le tiemblan las piernas y Ciudadanos pivota y especula con la cuestión según convenga. No estoy a favor de la pena de muerte en ningún caso, en ninguno; pero me siento incapaz de tener una opinión sólida sobre la constitucionalidad de la ‘ppr’. En caliente puedo llegar a creer que es necesaria y justa, pero al pensar en lo que supone para una persona permanecer más de 25 años en la cárcel me echo a temblar. No lo sé, no estoy seguro de nada. Como la mayoría de los contertulios. # Este artículo lo que publicado en Diario La Rioja