EL PCE YA ES NADA

La moción de censura de Pablo Iglesias contra el Gobierno de Mariano Rajoy ha supuesto la constatación de la defunción absoluta y trágica del PCE (e Izquierda Unida) en la argamasa de Podemos, sus confluencias, los anticapitalistas y los únicos grupos que han votado a favor de la estrategia morada: la ERC independentista y antiespañola de Joan Tardá y Gabriel Rufián, y Bildu, heredera directa de la ETA, dos partidos que están a favor de la ruptura de España y de su Constitución. Es triste comprobar cómo de la mano de Garzón aquella fuerza política que durante el franquismo y la transición capitalizó la lucha de las izquierdas españolas por la libertad a costa de la vida y la hacienda de muchos de sus militantes, ha abandonado definitivamente su idea de una España democrática y sin privilegios para diluirse y sustentar su estrategia política exactamente en todo lo contrario de lo que propiciaron históricos de su causa como Santiago Carrillo, Marcelino Camacho o Ramón Tamames. La Junta Democrática nació de la política de reconciliación nacional y el eurocomunismo emprendida por el PCE en los años sesenta y resultó esencial para el pacto que dio lugar a la Democracia tras la muerte del dictador. Las cortes de Franco se suicidaron con la Ley de la Reforma Política y hubo elecciones para dar paso a un sistema que con sus muchos defectos y errores ha propiciado los mejores años de la historia de España y su encuentro con la modernidad. Aquellos políticos de los setenta se dejaron muchos pelos en la gatera, especialmente los del PCE. Ahora, la última desinencia de aquellas siglas agoniza difuminada en la nada misma de Irene Montero y compañía. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja