LIOS DE FAMILIA

Foto: nuevecuatrouno
Tiene algo de asunto familiar el desencuentro que vive en su seno el PP de La Rioja. Es como cuando dos hermanos pelean por la herencia de un gran piso y el testamento ni estaba hecho y el padre no había muerto. Al padre lo habían echado de la casa porque para que el clan mantuviera la titularidad del inmueble había que sacrificar al principal inquilino (que hacía mucho ruido), aunque lejos de dejar todo a un lado, se le preparó una sucesión medida y calibrada para que el dormitorio del jefe lo ocupara el hijo preferido y el ‘pater familias’ encontrara un buen asiento lejos de la casa. Y así fue. El otro hijo tiene un excelente piso en el centro pero los mismos que expulsaron al padre de la vivienda le pusieron fecha de caducidad a su propia estancia. Lío. El hijo pequeño se tiene que ir y lo sabe y el clan anda dividido porque los dos sucesores quieren el piso grande y el solar familiar. Uno, naturalmente, lo tiene y no lo quiere dejar; el otro -es obvio- lo necesita y lo quiere ocupar. El padre de ambos dirige el clan pero anuncia que se va y los dos hijos quieren capitanear la familia y la titularidad del piso principal, aunque el mayor cree que el padre se ha aliado con el hermano del céntrico piso. El remanso que aparentemente era el PP anda con las aguas singularmente revueltas; más todavía que en aquellos tiempos de los líos entre Julio y Arancha, dos preferidos ya casi olvidados. La familia se reunirá en cónclave y decidirá quién va a ser el hijo con derecho al pisazo. Puede haber cuchilladas pero no llegará la sangre al río. La familia, eso sí, anda inquieta. Nadie sabe cuál será el ganador, el que repartirá estancias, salones, merendero y cocina, aquel espacio donde más disfrutaba el padre. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja