El Mannequin Challenge de los munícipes logroñeses confieso que me dejó patidifuso. ¡Métete con ellos!, me dijo mi hijo cuando se lo enseñé mientras se tiraba por los suelos al ver a la alcaldesa a lo lejos de la escena aguantándose a duras penas la risa ante Paloma Corres (creo) que de pronto la pilla el cámara moviéndose y se desliza hacia el suelo a hurtadillas de Javier Merino, inconmovible él ante las maniobras que se sucedían tras sus trajeadas espaldas. Da para mucho el asunto, que si la corporación congelada e inmóvil, que si el aroma a improvisación de la escena (un poco quiero y no puedo), que si la musiquita de fondo, que si no tienen nada mejor que hacer, que si tal y que si cual. Pero es tan tierna la cosa que no dan ganas ni de hacer sangre. Eso sí, yo echo de menos que hubieran llamado a los concejales de la oposición, no a los de Ciudadanos que ya se sabe que no hubieran ido por lo que puedan decir de ellos ya que de ellos se puede decir más bien poco porque de tanto que andan diciendo confieso que tienen a este pobre exvotante más bien aturdido y aburrido. Y además, no son oposición; están ahí todo el año en un perpetuo Mannequin Challenge e iba a contrastar con la impericia del resto. Yo digo a los del PSOE y a los de Cambia y al del PR, entremezclados con el belén, el árbol, los vendimiadores, los sofás blancos, la mesa, los estores y Yangüela, que lo borda. No así Pilar Montes, que se la ve forzadita, o Miguel Sáinz, que lucha con el escorzo pero que se tiembla como una espiga y con el que además se ceba la cámara sin piedad alguna. Hubiera sido precioso ver a Beatriz Arraiz poniendo el árbol con Cuca; a José Manuel Zúñiga ayudando a Yangüela con el Belén (él que es tan solidario) y a Rubén Antoñanzas multiplicándose por la navideña escena. Pero no, sólo salen los del PP y los vendimiadores. ¡Qué enorme pena navideña! # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja