POETA EN NUEVA YORK
Pablo Iglesias ha ido de campaña a Nueva York y tengo la sensación de que ha descubierto América porque se declaró admirador de Humprey Bogart por su batalla contra la caza de brujas del senador McCarthy, del mismísimo Abrahan Lincoln, de Rosa Parks y su lucha anti segregacionista y de Bruce Springsteen, por temas como ‘The River’. ¿Cómo no voy a amar a este país?, ha declarado. Y hasta se ha puesto patriota: «La gente está harta de traidores a la patria, de corruptos, porque la patria es lo contrario de la corrupción y la patria es la gente» (Poesía complutense pura, barrunto). Y es que resulta enternecedor comprobar la manera en la que confundió, me imagino que sin querer, el fondo y la forma de la Reserva Federal de Estados Unidos y la del Banco Central Europeo (BCE): «El BCE debería parecerse un poco más a la Reserva Federal y dejar de ser un lobby de los poderes financieros», recalcó con su voz de profesor. El detalle en el que no reparó Iglesias es que el BCE es sólo estatal y en la Reserva Federal están implicados los bancos privados. ¿Pero qué más da?, total a quién le importa si como él mismo dijo «la noción de izquierda y derecha no es siempre correcta. Yo tengo la idea en mi país (España, se supone) de que cuando se habla de izquierda y de derecha los que ganan son los bancos». Amy Goodman, directora del programa independiente ‘Democray Now!’, lo presentó ante millones de telespectadores asegurando que es «muy posible que Pablo Iglesias sea el presidente de España (sic) en noviembre». Se imaginan. E Iglesias, ni corto ni perezoso, cito a Ghandi: «Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas». Lo dicho, pura poesía trufada de retórica tercermundista: «Nos hemos convertido en colonia de los poderes financieros y Alemania. Es el fin de la democracia», añadió. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja