SI NO LUCHAMOS LA YIHAD VENCERÁ
Cuando leí ‘La rabia y el orgullo’ de Oriana Fallaci quedé estremecido por la valentísima lectura que hizo la periodista italiana sobre los atentados del 11-S en Nueva York y por la incomprensión que había suscitado su mensaje en determinadas cabezas de la progresía más rancia de la vieja Europa, ahora nuevamente atacada en esta guerra de religión que ha emprendido la Yihad contra nuestra civilización: «El aniquilamiento de nuestra forma de vivir y de morir, de nuestra forma de rezar o no rezar, de nuestra manera de comer, beber, vestirnos, divertirnos o informarnos...». Es decir, contra nuestra libertad. Porque ésa y no otra es la realidad de lo que Fallaci definió como «una cruzada al revés». El delirante y terrible atentado de ayer en París contra el semanario satírico ‘Charlie Hebdo’ es una nueva constatación de que como escribió Oriana «estamos ante una guerra de religión. Querida y declarada por una franja del Islam, pero, en cualquier caso, una guerra de religión». Así que haciendo mías una vez más las palabras de la periodista italiana: «Si no nos oponemos, si no nos defendemos, si no luchamos, la Yihad vencerá». Y hay que defenderse, no de una raza –esto no tiene nada que ver con el racismo, por favor– sino de lo que se propugna por parte de los miles de hijos de Osama Bin Laden que han tomado la firme determinación de acabar con Occidente, con nuestra cultura para imponer al resto del mundo la ‘Sharia’ o ley islámica en la que se decapita o se cuelga de una grúa a los disidentes o se sepulta a una mujer debajo de un burka para el resto de su existencia. Nosotros somos imperfectos, y lo sabemos; somos mediocres, impuros, lascivos, creyentes, melancólicos y eufóricos. Es nuestra libertad, nuestra decisión. Pero o nos defendemos de la Yihad o acabaremos todos coreando «¡Allah akbar!» ad nauseam mirando hacia la Meca. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.