MIS VOTOS SERÍAN SÍ Y NO

Las preguntas que se le han ocurrido al ‘Querido Líder’ Artur Mas en la soledad de sus pensamientos del día de la Constitución –obviamente inspirado por la llama del ‘Líder Eterno’ (Jordi Pujol)– tienen ese aire que discurre entre un diletante interrogatorio y un indescifrable galimatías en el que ha convertido la religión nacionalista la vida política de Cataluña y por ende del resto de España. «¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado? Y si es así, ¿independiente?». He aquí el hallazgo de Artur y las mentiras que podemos encontrar en dos preguntas aparentemente claras pero repletas de terrenos pantanosos. La primera cuestión, en el caso improbable de que se celebre el referéndum, es una trampa como el Camp Nou de grande (o el Bernabéu, para que no se me enfade nadie). En primer lugar conviene preguntarse qué es un Estado y qué diferencia existe entre tal cosa y el estatus actual en el que el autogobierno catalán rebasa en todos los ámbitos la mayoría de las atribuciones de cualquier lander, provincia, cantón o estado territorial adscrito a un ente superior en cualquier lugar del mundo. Contestas no y ahí te quedas con la papeleta electoral en la mano como un espantajo; respondes sí y llega Mas (con los de Esquerra y el de la sandalia del CUP) y te vuelven a poner entre la espada y la pared. ¿Independiente? Yo diría entonces que no (más que nada por incordiar). Se imaginan por un momento, queridos lectores, que saliera que sí a la primera y no a la segunda. Un Estado Catalán con un ‘Querido Líder’ y un ‘Líder Eterno’, pero no independiente. Con sus siete canales de TV3, con La Vanguardia y El Periódico facturando a todo trapo, con las embajaditas, con los Mossos repartiendo como ellos sólo saben repartir y con Mas, –siempre el mismo noi– a solas cara a cara con Rajoy. ¡Sería fantástico! # Este artículo lo he publicado en Diario LA RIOJA