LA VIDA DE LOS OTROS

La última ocurrencia del Gobierno posee tintes más que peligrosos. Pomposamente se denomina ‘Buzón de lucha contra el fraude laboral’ y se trata de una especie de apartado en la web oficial del Ministerio de Trabajo donde cualquier ciudadano, de forma anónima, puede denunciar actividades profesionales o laborales que no estén amparadas por la Ley. Se supone, según Fátima Báñez, ministra de este negociado, que se trata de acabar con la economía sumergida utilizando a unos ciudadanos para que delaten a otros. Una especie de ‘Stasi’ colectiva amparada en un supuesto bien superior. Es difícil comprender cómo se pueden tener tan malas ideas y tan poca vista para no comprender que al minuto de lanzar la idea iban a ser miles de ciudadanos los que iban a denunciar directamente al partido de la calle Génova por esos indicios que lleva exponiendo un tiempo Luis Bárcenas de contabilidad B y sobresueldos para diferentes cargos del Partido Popular. Pero más allá de la befa y del cachondeíto, está lo que subyace en la idea: delatar de manera anónima a terceras personas. Me parece un escándalo. Si uno ve un delito su obligación como ciudadano le obliga a denunciarlo, con su nombre y con su carnet de identidad. Sin embargo, muchas de las personas que están en la economía sumergida se llevan sueldos de miseria con los que seguramente tienen que mantener a una familia. ¿Les va a denunciar usted? Con las delaciones anónimas suceden cosas terribles, arreglos de cuentas, envidias, miserias humanas de las que nadie estamos a salvo. Es increíble cómo nuestros políticos pueden tener tan malas ideas y la manera en la que se contagia a la sociedad esa falta de talento. Espero que Fátima Báñez y su equipo tengan mejores ideas pronto porque con ésta han hecho el más espantoso de los ridículos. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.