UN AVE PARA LOS LOGROÑITAS

Antes del 2030 está previsto que llegue el Tren de Alta Velocidad a La Rioja, leo con alborozo en mi periódico. También leo que se habla de un corredor riojano sustancialmente refinanciado por esa suerte de fondos europeos de difícil calificación y de porcentajes obtusos. En una rueda de prensa el consejero del PP ha dicho que el ex-gobierno central socialista lo hizo muy requetemal todo y dejó al corredor riojano exhausto, como líricamente adormecido entre las vías muertas de un ferrocarril desaparecido y una estación con unas torres preciosas que iban a transformar para siempre el skyline (perfil) de nuestra querida Macondo (tal y como llama un buen amigo mío a la capital de La Rioja). En esta misma rueda de prensa el consejero riojano del PP ha asegurado que su gobierno central (también del PP) ha resuelto el tema en plan machote –«el tesón y el trabajo»– para que las mejoras de la interoperatividad de las comunicaciones ferroviarias «incrementen el porcentaje de la financiación europea del 20 % al 40 % de la inversión que precisen estas actuaciones». Así que para el 2030 nuestra fastuosa estación ajardinada en su techumbre aeroespacial tendrá un AVE –quizás– que correrá por el corredor riojano gracias la fructífera relación interdepartamental establecida entre los despachos boreales europeos, los vínculos interministeriales madrileños y los secretarios interregionales autóctonos. Todo un éxito. ¡Albricias! Un tren que se zampará en un suspiro el corredor riojano desde Alfaro hasta Miranda en menos tiempo que usted y yo nos comemos una oreja en el Perchas. ¿Parará tan magnífico artefacto en Logroño? Me pregunto. Un amigo raro dice que los raros de Logroño son los logroñitas; es decir, tipos extraños que esperan que el AVE cuando llegue a Logroño no se olvide de parar. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.