EL LODAZAL Y LA ‘SENYERA’
Oriol Junqueras se ha convertido el único líder del globo terráqueo capaz de firmar acuerdos con un gobierno y convertirse a la vez en el jefe de la oposición a ese mismo ejecutivo en el parlamento. A estas alturas, la corrupción moral que inunda Cataluña sólo se puede comparar a la corrupción real en la que incansablemente se agolpan cada día los casos de tráfico de influencia, enriquecimientos ilícitos, porcentajes de mordidas (nadie sabe si la cosa es del 3%, el 4% o del 10%; debe de depender de las corrientes de pensamiento), cuentas en Suiza, hoteles en México, toda suerte de modelos y fórmulas para financiar irregularmente a los partidos y un perenne envolvimiento en la bandera cuatribarrada para fingir que es Madrid la que además de robar, señala y falsea la realidad para presentar a Cataluña ante el resto de los españoles como un lodazal. Pero es mentira y lo saben. Mas lo sabe, igual que lo sabe Josep Antoni Duran i Lleida y el mismísimo Jordi Pujol, del que tengo la sensación de que lleva siendo presidente desde hace unos cuarenta años junto a sus singular ralea: Oleguer, Jordi, Oriol y alguno más que ahora no me acuerdo pero que se han convertido en criaturas inmensamente ricas, potentados de la hostelería, de las ITV y de ese ejercicio empresarial tan español como es el de la inmobiliaria. Unió descarta asumir responsabilidades por el ‘caso Pallerols’, el fiscal general del Estado niega trato de favor (me imagino que en la peli Centauros del Desierto), la señora Sánchez Camacho calla y Pere Navarro se queja de no ser él el jefe aunque anuncie abstenerse en el caso del desamarre. A estas alturas sólo (con acento) me consuela que Mas pretenda reunirse con Rajoy después de hablar con el Rey. Y no es coña. # Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.