ANA PASTOR Y LA ‘TELA’ PÚBLICA

Ana Pastor por JORGE MARSÁ
El Ente televisivo central español está de mudanza y los periodistas estrellas vuelan de aquí para allá en relación al meritaje contraído en los últimos periodos de sesiones. Unos van a los pasillos, otros desaparecen en la nube de Youtube (esa pantallita que siempre está ahí para recordarnos lo que fuimos) y los más anhelados acabarán fichando por otras teles o radios más temprano que tarde. Es la ley de vida electoral de los medios públicos: los del PSOE ponen a los suyos y los del PP a Julia Otero (y no es broma). Quizás por eso me ha llamado poderosamente la atención el enfado que ha cogido Ana Pastor con su cese del negociado de los Desayunos: «Me destituyen por hacer periodismo», ha dicho la periodista, como si el resto de los compañeros de RTVE –cientos, quizá miles– no hicieran periodismo y por eso siguen con contrato en vigor en la cadena. Ana Pastor es una gran periodista, tan buena que Somoano, como ella misma reveló en una entrevista, le ofreció seguir en TVE: «Me llamó y me propuso que reflexionáramos juntos sobre el futuro. Algo que se te dé bien, como las entrevistas. No quieren decir que es un despido, pero es así. No estoy dispuesta a cobrar dinero público por hacer pasillos». Y ése es exactamente el problema, el dinero público. ¿Por qué tiene que haber teles públicas devorando cantidades ingentes de euros (tanto la central como las autonómicas) cuando muchas instituciones básicas no tienen ni para pagar las nóminas de sus empleados? Los medios públicos se han convertido en entes manipuladores, en sórdidos engranajes de poder que sólo sirven para sustentar propagandísticamente a los partidos y los intereses a los que defienden. Por cierto, apuesto a que Ana Pastor acaba en La Sexta... # Publicado en Diario La Rioja