OTEGUI Y SU TRAIDOR ABRAZO

Lo confieso, no he ha hecho la más mínima gracia la fotografía de Titín III con el líder  proetarra Arnaldo Otegui. Sin embargo, y a pesar de lo feo que suena semejante imagen, lo cierto es que la utilización política de la instantánea me parece absolutamente lamentable y asquerosamente vomitiva. Primero, Arnaldo Otegui la ha colgado en su twitter sin más explicaciones y a sabiendas de que Titín III, además de ser un genial pelotari, es concejal del Partido Popular y que su abrazo en realidad era una puñalada por la espalda al delantero caracolero. Segundo, en algún medio informativo, (como El Mundo en su versión de Internet y algún otro) se decía que la foto era de ayer (es decir, el martes) y se dejaba caer ladinamente entre líneas que la visita del concejal/pelotari tuviese algo que ver con la política de apaciguamiento emprendida por Zapatero y seguida ahora por Mariano Rajoy (¿Patético no?). Tercero, Titín, desde mi humilde punto de vista, ha pecado de ingenuidad y se la ha dejado colar por un tipo con el que no se puede ir ni a tomar café; es más, creo que yo sería incapaz de respirar el mismo aire que él en una habitación. Antes prefiero ahogarme. El de Tricio es un icono y la decisión de sumarse al proyecto popular ha causado mucho resentimiento en las filas nacionalistas vascas, y en otras. El agit-prop de Otegui demuestra su falta de escrúpulos y su cinismo. Un tipo así no abraza, un facineroso como él –que va de víctima– sólo busca otras víctimas propiciatorias para aprovecharse de ellas. Le ha tocado a Titín muy a su pesar y a partir de ahora y gracias a este tipejo, Augusto Ibáñez tendrá que medir mucho más la generosidad de sus abrazos. # Publicado en Diario La Rioja